MERCADO ENORME





Actualmente existen 724 registros vigentes de empresas fabricantes de agua embotellada en el INVIMA. Las ciudades que más empresas de este tipo tiene son: Bogotá con 100 empresas registradas, 30 en Villavicencio, 18 en Cartagena, 14 en Cali, Montería y Neiva, 13 en Barranquilla, 12 en Medellín y Santa Marta y 10 en Cúcuta, Ibagué, Maicao, Yopal y Riohacha.

El 0,4% de familias colombianas consume agua embotellada, es decir unas 53 mil familias . A pesar de que este porcentaje es bajo comparado con otros países como Italia, el primer consumidor del mundo donde el 85% de las familias consumen agua embotellada, es importante tomar en cuenta su alta tasa de crecimiento igual al 12% anual en promedio.

Las regiones donde se consume más agua embotellada son San Andrés y Providencia (coincidencialmente donde existe menos cobertura del acueducto público), Orinoquía y Amazonía.

Como era de esperar, los estratos más altos destinan una mayor cantidad de dinero para el consumo de agua embotellada. Los estratos de ingreso altos destinan para la compra de agua embotellada cerca de $600.000 al año y los estratos bajos gastan aproximadamente $100.000 anualmente.

Sin embargo, para los estratos altos el consumo de agua embotellada solo representa el 0.03% de sus ingresos, mientras que para los estratos bajos es el 0.09 % de sus ingresos, es decir que para la gente más pobre el consumo de agua embotellada implica una mayor carga económica

A pesar de que el agua embotellada es más o menos 1000 veces más cara que el agua de grifo, la gente la consume por diferentes razones. En algunas regiones como en San Andrés y Providencia por que la cobertura del acueducto público es muy limitada y no tienen otra fuente de aprovisionamiento. Algunas personas piensan que el agua embotellada es de mejor calidad que la del grifo. O simplemente consumen agua embotellada por que les parece de mejor sabor.


A través de la publicidad y la mercadotecnia, el agua embotellada ha llegado a convertirse en el mejor ejemplo de éxito en la historia moderna de la industria de la alimentación.

"La demanda ha crecido de forma exponencial en las últimas décadas", comenta Peter Gleick, autor del libro Bottled and Sold (Embotellada y vendida).

"Se multiplicó por dos, se duplicó y se volvió a doblar de nuevo. Y las compañías de agua embotellada disponen de un potencial de mercado enorme, no sólo en los países más ricos", opina Gleick.

El agua es un elemento fundamental, esencial para la vida, que para algunos es abundante y para otros, un bien escaso. En algún sentido, se ha convertido en un emblema del capitalismo. En la industria alimenticia es de hecho inigualable.

"Algunos piensan que el agua embotellada es la cúspide del capitalismo, particularmente quienes están en el negocio", dice Charles Fishman, autor de The Big Thirst (La gran sed).

"Me parece que el agua embotellada es una especie de caricatura de la economía global: ofrece a la gente 20 o 30 variedades de algo en lo que realmente no existe tal variedad". 

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